Desperfectos técnicos (que —afortunadamente— fueron resueltos de modo bastante veloz) explican que la quincuagesimocuarta emisión de RANDOM CABEZA haya llegado en dos partes al archivo, lo que a su vez derivó en que una sola sección (arribos, una de las pocas "secciones" que tiene el programa) quedara dividida en tres bloques. Pero así es eso que llaman la magia de la radio, esa que no se fija si son cables o antenas lo que la conduce... siempre y cuando la lleve a destino.
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Cuestiones de mantenimiento programado de la plataforma que gentilmente aloja este archivo derivaron en una ligera dilación en la llegada del quincuagesimotercer RANDOM CABEZA al arcón de los recuerdos. Lo bueno, sin embargo, justifica —dicen— la espera: estás a un play de confirmarlo.
Misterios de la vida: el RANDOM CABEZA de hoy, pasado su ecléctico comienzo, presentó una homogeneidad inusitada. Pero el azar no tiene por qué deambular siempre por los mismos caminos; de hecho, si vos (por ejemplo) le pedís a tu computadora que te ponga toda la música que quiera en modo aleatorio, la susodicha podría, sin faltar a la consigna, pasarte un disco completo en el exacto orden en que hubiera sido concebido por su(s) firmante(s), porque ese mismo orden —intenciones aparte— no estaría dejando de ser una de las múltiples realizaciones posibles del magno azar.
No fue eso, sin embargo, lo que sucedió este lunes; por mucho que la cohesión se preste a sospechas.
La primavera se sabe cerca, y justamente por eso se hace desear más. El ambiente, de todos modos, resultó propicio este lunes para que la habitual calidez de RANDOM CABEZA no redundara en bochorno. ¿El resultado? Uno de esos programas que sin pompa —pero con mucha circunstacia— despliegan méritos para descollar en el panteón del archivo.
Este miércoles se cumplen cinco años de esta radio, la rueda sin la cual este programa no habría siquiera sido concebido. No dejemos —primaveras tan aparte como estudiantes de festejo— de brindar por ello. La dirección nos contó que se aceptan obsequios de toda índole pero los monetarios, en particular, se canalizan a través de un botón de PayPal ubicable en la página principal de Radio Rueda... Que no decaiga.
El quincuagésimo RANDOM CABEZA estuvo por sobre las expectativas, cosa nada difícil si estas últimas no son demasiado elevadas. Lenta pero indefectiblemente --chascarrillos aparte— vamos llegando a la conclusión de que los días con clima de mierda le sientan bien al programa, porque la sensación mientras lo atravesábamos es claramente asimilable a la idea de armonía. Los detalles pueden escucharse en el cosito este de acá arriba, pero no queremos omitir anunciar algo que no aparece en el cosito este de acá arriba:
Tenemos el inmenso orgullo de que la emisora que nos cobija haya habilitado un segmento para que algunas de nuestras entregas sean reproducidas en un horario mucho más apto para la parte de nuestra audiencia que mora en distantes latitudes. El momento elegido es el de las ocho de la mañana (hora de Buenos Aires) de los sábados y —haciendo honor al nombre del programa— las emisiones a repetirse han sido elegidas por el más riguroso de los azares. El material, de todos modos —y siguiendo el mismo precepto random que rige la iniciativa—, será refrescado cada tanto, a fin de que el azar del azar no termine constituyendo previsibilidad. Que la dicha se digne acompañaros, locuras. La simpatía de nuestra venerada audiencia contrapesó con creces la gelidez de este hostil luñes porteño que nos obligó a transmitir con el estudio (casi) herméticamente cerrado, lo cual puede haber redundado en la calidad sonora de la audición pero no, a causa de la escasez de oxígeno, en la sinapsis de su conductor. Sobrevivimos, sin embargo, y cumplimos con la misión de archivar el programa (accesible mediante este cosito de acá arriba), que también podrán encontrar en nuestra parcela en FB.
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Octubre 2020
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