Exigente emisión, la del doce del doce, pero no por cuestiones técnicas —que anduvieron de perillas— sino meteorológicas: el posterior descenso de temperatura prometido todavía brilla por su ausencia... y mejor ni hablemos de la presión.
Existen recursos, sin embargo, para afrontar situaciones como esta. El de hoy fue darnos el gusto de arrancar con los veinte minutos (y pico) que dura "Crises", pieza que operó como una suerte de exorcismo: a partir de ahí hubo que seguir yendo a poner la cabeza bajo la ducha cada cinco minutos, pero una suerte de halo protector fue enhebrando palabras y canciones hasta dar forma a un RANDOM CABEZA memorable. El verano porteño acecha, pero aguantamos los trapos. Por ahora. Je.
Lo accidentado de la emisión de este lunes 6 de diciembre explica que RANDOM CABEZA haya llegado al archivo seccionado en tres partes: caprichos de la tecnología que no lograron impedir que el programa llegara, pese a todo, a buen término.
La lista habla por sí misma, de modo que nos limitaremos a explicar la anotación que la cierra: el próximo domingo, 11 de diciembre, XROSMAN —banda que integra el conductor de este programa— vuelve a los escenarios, esta vez en una celebración llamada miniMOOG, cuyos detalles y coordenadas pueden obtener aquí.
El programa comenzó con un arcoiris a la vista (cuya foto seguramente utilizaremos algún día que no se nos ocurra mejor forma de promocionar la emisión). Si a eso sumamos el cielo rosa que se pudo apreciar —hace unos días— desde la misma ventana del estudio·hogar de RANDOM CABEZA, podemos concluir que los buenos augurios se vieron honrados: el sesenta y uno fue un programón; que lo disfrutes.
Quizás hayamos exagerado en cuanto a al parecido entre los temas de Clothilde, pero nos consta que no se va a enojar. Tampoco ha de hacerlo cierta parte de nuestra audiencia diferida, que —justo antes de "Minimax"— podrá escuchar una voz que le sacará alta sonrisa. Pero basta de cháchara, que para eso está el RANDOM CABEZA #60, que se puede escuchar aquí nomás (o ahí arriba).
La mente humana, como reza el lugar común, es una fuente inagotable de sorpresas. Se temía que el RANDOM CABEZA de hoy pudiera ser un programa complicado, habida cuenta de ciertas urgencias académicas del conductor, pero —del mismo modo, quizás, en que cuantas más cosas se hace, según dicen, mejor se organiza uno— las canciones fueron desplegándose como por arte de magia sin que las fugaces intervenciones verbales pusieran en riesgo su cósmico poderío.
¿Las pruebas? A solo un clic, en ese triangulito al que llaman play.
Probablemente en breve RANDOM CABEZA deje —temporalmente— de ser un programa 100% nocturno. Eso no se deberá a eventuales cambios de horario: ni siquiera evaluamos, de hecho, mudarnos definitivamente a las ocho de la mañana del sábado (momento elegido para la aleatoria selección de emisiones pretéritas que se conoce como CABEZA RANDOM REPEAT).
Simplemente, el hostil estío se aproxima y de su mano —como desde que se inventó el concepto de verano— los días se alargan. Hoy comenzamos de noche raspando, pero quizá la semana que viene aún sea de día cuando arranquemos... Ninguna de todas estas gratuitas reflexiones, de cualquier manera, pone en riesgo el inigualable placer que vas a sentir en cuanto des clic al play. ¡Endisfrutale!
Nunca antes —creemos— un RANDOM CABEZA le hizo tan alto honor al nombre del programa como este último lunes de octubre: la yuxtaposición llegó por momentos a ser tan cuasi·esquizoide que, si querés disfrutar esta emisión en todo su esplendor, te recomendamos fervientemente no espiar la lista de temas antes de darle clic al play ;)
PS: Salvemos la laguna: obviamente el segundo tema del programa pertenece al disco Goo; las neuronas, a veces, se sublevan...
El mínimo y obligado control de calidad previo a la subida de cada RANDOM CABEZA al archivo nos hizo escuchar al conductor —que no es otro que quien esto escribe, por mucha primera persona del plural o tercera del singular que use— decir algo del estilo de como pasó la semana que viene y como se prevé que pase esta. Si semejante gema lingüística, propiciada por el ajetreo de manipular veinticuatro (ponele) ventanas a la vez, no te motiva lo suficiente... pegale una ojeada a la lista de lo que sonó y fijate cómo hacés para convencer a tu dedo índice de no darle clic al play.
Algún día va a haber que pasar entero You, ese discazo que en 1974 ofrendó Gong al mundo, pero (al menos, hoy) nos conformamos con abrir el quincuagesimoquinto RANDOM CABEZA con un remix de su primer tema y engancharlo con los dos subsiguientes del disco original. El resto del programa, tan variado como ameno, incluso en secciones border como —por ejemplo— <arribos>, punto en que el random tiene menos filtro que en cualquier otro momento del programa.
Pero ¿para qué seguir describiendo lo que se puede apreciar sin mayor mediación que un simple clic en el play de ahí arriba? ¡Disfrútele! |
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Octubre 2020
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